1
Camine lentamente durante unos cinco minutos para calentar los músculos hacia arriba. Después de la fase de calentamiento, deje en un lugar conveniente para estirar los músculos. El calentamiento y el estiramiento es esencial para evitar lesiones. Estirar las pantorrillas, cuádriceps, isquiotibiales y los lados para obtener mejores resultados.
2
Balancea tus brazos. Dobla los brazos en un ángulo de 90 grados y la bomba de forma continua a su mayor beneficio. A pesar de que parece un pequeño ajuste, balanceando los brazos de esta manera pueden ayudar a quemar hasta un 10 por ciento más de calorías durante su caminata.
3
Comience con algo pequeño y su forma de trabajo. Comience con una pesa libra y aumente gradualmente a partir de ahí. Sus pesos combinados no deben superar más del 10 por ciento de su peso corporal, según un boletín de la Universidad de California Berkeley bienestar. Puesto que usted está balanceando estas pequeñas pesas, la fuerza que ejercen sobre las articulaciones aumenta exponencialmente. Así, a pesar de su pequeño tamaño, el peso tendrá un efecto mucho más grande que usted puede imaginar. Más importante aún, las posibilidades de lesiones debido a la presión sobre las articulaciones es severamente aumentadas. Preste especial atención a los codos y los hombros ya que son las zonas más propensas a las lesiones. Si usted siente una tensión perceptible en sus articulaciones, es posible que desee reducir el peso de su rutina de caminar.